Según lo informado por la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales la molienda agroindustrial tuvo en 2023 un aumento el 13% respecto a los 3 últimos años, pero sigue por debajo de los valores previos al 2020.
Molienda. De acuerdo al informe mensual de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO), la industria aceitera nacional cerró el año 2023 agregando valor a 3.025.496 toneladas de oleaginosas, un incremento del 13% con relación al promedio de los 3 últimos años.
Este volumen se ubica por debajo de lo que se conseguía en períodos anteriores al 2020, cuando el procesamiento se ubicaba fácilmente sobre los 3,3 millones de toneladas al año desde el 2014 (cuando se pusieron en funcionamiento las nuevas fábricas y las ampliaciones realizadas a principios de esa década).
En ese sentido, para el gremio empresarial es importante destacar que la pérdida de competitividad para la agroindustria se explica principalmente por las constantes modificaciones en las reglas a las que se debe enfrentar el sector (que la han convertido en la única industria a la que no se le devuelve el crédito fiscal del IVA generado al exportar productos industrializados).
Todo esto explica que, a pesar de que la producción haya crecido bastante, la industrialización se ha estancado en torno a los 3 millones de toneladas por año y que incluso la capacidad ociosa vaya en aumento, advierte el documento gremial.
Ociosidad industrial. Durante el 2023 se ha industrializado 2.933.185 toneladas de soja, un incremento del 60% con relación al año anterior. Aunque esta variación puede parecer elevada, hay que tomar en cuenta que la producción de esta oleaginosa en ese mismo periodo creció un 125%.
Según este dato final, el año 2023 cierra con una utilización del 69% de la capacidad instalada (para calcular ésta se considera un año con sólo 330 días, de modo a tomar en cuenta el periodo habitual de paradas para mantenimiento habitual), dando así un incremento con relación a los años anteriores pero todavía muy lejos de los mejores registros que se hayan obtenido en el país, ya que se llegó a trabajar a un 87% en el 2018.
En medio de un contexto de competitividad bastante complejo se vuelve a cerrar el año con una capacidad ociosa de más de 1,3 millones de toneladas de soja, siendo este 2023 el tercer año consecutivo donde la subutilización supera el millón de toneladas/año, explican desde la CAPPRO.
Participación sectorial. El informativo agrega que las industrias asociadas a la CAPPRO representaron el 58% de todo el volumen exportado de productos del complejo soja (granos, harina, aceite y cascarilla) durante el año 2023.
Este porcentaje es el mismo que se había conseguido al cierre del año precedente, pero representa un crecimiento de un punto porcentual frente al acumulado conseguido al cierre del mes de noviembre.
El boletín gremial destaca también que aunque el porcentaje total no varió, la participación en la exportación de granos aumentó, esto debido a la falta de mejores chances para competir en igualdad de condiciones con las fábricas de otros países que se abastecen de nuestras materias primas agrícolas y que cuentan con políticas industriales favorables para su crecimiento.
Fuente: Boletín CAPPRO