Al cierre del tercer trimestre del año la molienda total de oleaginosas se ubicó en 2.321.368 toneladas, lo que implica una mejora significativa con relación al mismo periodo del 2022 (el peor año de la industria aceitera), pero todavía se encuentra 7% por debajo del promedio acumulado a septiembre en los tres años anteriores a la sequía, indica el informativo mensual de la CAPPRO.
De acuerdo al informativo mensual de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO), la actividad de molienda en el noveno mes del año en particular estuvo en alrededor de las 316 mil toneladas, registro positivo con relación a los cuatro meses anteriores, pero que no es suficiente para revertir la tendencia negativa del año.
Según la CAPPRO, el acumulado registrado a septiembre va confirmando las expectativas negativas que manifestaban desde el sector a pesar de la recuperación de la cosecha de la soja, debido a que las industrias nacionales no pueden competir en igualdad de condiciones con las fábricas de otros países que cuentan con políticas industriales activas que les permiten adquirir en buenas condiciones materia prima desde cualquier lugar del mundo y agregarle valor dentro de su territorio.
Utilización. A septiembre del 2023 la molienda de soja se ubicó en 2.255.717 toneladas, con un incremento del 26% en la comparación interanual, porcentaje que, aunque parezca elevado, es bastante limitado al considerar que la disponibilidad de materia prima se duplicó en ese mismo periodo.
Este nivel de industrialización implica una utilización de la capacidad nominal al cierre del tercer trimestre de un 64%, dos puntos porcentuales por encima de lo que se consiguió el pasado mes de agosto, pero todavía muy lejos de los niveles que se podrían considerar positivos para cualquier industria.
Para lo que queda del año, desde la CAPPRO se espera que las industrias mantengan sus operaciones hasta mediados o finales de noviembre a un ritmo similar al actual, con lo que se cerraría el 2023 con un procesamiento en niveles cercanos al del 2021, dejando de utilizar alrededor de 1,4 millones de toneladas de la capacidad de procesamiento.
Exportación. El ingreso de divisas generado por el complejo soja al cierre del tercer trimestre superó los US$ 3.853,47 millones, un crecimiento del 76% con respecto al mismo periodo del año pasado, en línea con lo que cabría esperar considerando la recuperación de la cosecha luego de la terrible sequía del 2022.
Las divisas generadas representan el 43% del valor de todas las exportaciones registradas del país, un incremento de 15% en la comparación interanual, aunque se encuentra en línea con lo obtenido en el mismo periodo, pero del 2021.
Además del aumento de la producción de soja, se debe destacar que la alta demanda por la materia prima agrícola nacional desde las fábricas argentinas (el 94% del volumen total exportado fue enviado a este destino, según datos a septiembre del Banco Central del Paraguay) ha sido un motor importante para este resultado, disminuyendo el procesamiento local.
La exportación de productos industrializados sigue siendo baja, pues hasta el mes de septiembre se han exportado alrededor de 7,03 millones de toneladas de productos del complejo soja, prácticamente duplicando lo que se había obtenido en el mismo periodo del 2022, pero todavía por debajo de lo que se conseguía al tercer trimestre de años anteriores.
Los envíos de soja en estado natural siguen siendo el principal impulso, representando el 75% del total.
Si consideramos solamente los productos industrializados a partir de la soja podemos notar una mejora del 17% con respecto al 2022, lo cual podemos considerar como un número bajo ya que el año pasado ha sido el peor año de la historia de la industria aceitera nacional. La caída de los precios de exportación de estos productos tampoco ha colaborado en ese sentido, acota el informativo gremial.
Los volúmenes de exportación de maíz, que durante el 2022 habían alcanzado niveles récord de producción, al cierre del mes de septiembre se ubica un 24% por debajo en la comparación interanual, aunque de igual manera ya supera levemente a lo que se había conseguido en todo el 2021.
Estos volúmenes positivos que se han conseguido en lo que va del año, se dieron a pesar de las trabas que ha sufrido nuestro país, ya que además del peaje impuesto unilateralmente por la Argentina en la hidrovía, se han dado retrasos debido a los constantes (y muchas veces arbitrarios) controles implementados a causa de las discusiones generadas por esta medida, como mecanismo de presión.
Fuente: CAPPRO