Minerva está comprando la mayor parte de las operaciones de sacrificio y deshuesado de ganado vacuno y ovino de Marfrig en Sudamérica, una transacción que aumentará los ingresos de la compañía en un 45% y debería generar efectivo libre desde el principio.
La empresa controlada por Fernando Queiroz paga R$ 7,5 mil millones por el conjunto de activos – R$ 1,5 mil millones como anticipo y el resto cuando la transacción sea aprobada por el CADE.
JP Morgan extendió una línea de crédito de BRL 6 mil millones que estará disponible por 18 meses y tendrá un plazo de 2 años. Con la transacción, Marfrig centra aún más su negocio en productos procesados -en particular, pollo y cerdo, dada su participación en BRF-, pero seguirá vendiendo carne fresca de marcas como Bassi Angus. Al mismo tiempo, la transacción ayuda a Marcos Molina a dar un paso importante hacia el desapalancamiento en Marfrig.
Consolidando su participación en BRF (y ya incluyendo el aumento de capital), Marfrig ahora tiene una deuda neta de R$ 36 mil millones, o 3,7 veces el EBITDA. Según la empresa, cuando todos los recursos de la transacción sean en efectivo, esta métrica se reducirá a menos de 3 veces. La transacción, que intensifica el enfoque de Minerva en la carne fresca, es la más transformadora de la compañía desde la adquisición en 2017 de las plantas de JBS en Sudamérica, que aumentó la capacidad de la compañía en un 35% y costó 300 millones de dólares.
A lo largo de los años, Molina y Queiroz han tenido numerosas conversaciones para explorar posibles combinaciones estratégicas o ventas de activos entre las empresas, pero hasta ahora nunca ha habido una alineación entre las dos, ni en términos de motivación estratégica ni de valoración. Minerva – hoy una empresa con R$ 29 mil millones en ingresos netos y R$ 2,8 mil millones en EBITDA – suma R$ 18 mil millones en ingresos netos y R$ 1,5 mil millones en EBITDA con la adquisición.
Crecimiento empresarial. En las 19 adquisiciones que Minerva ha realizado en los últimos 14 años, la compañía generalmente ha extraído sinergias que han aumentado su margen EBITDA entre 150 y 200 puntos básicos en los primeros 18 meses. Suponiendo que la ganancia de sinergia con los activos de Marfrig se mantenga en 70 puntos básicos al final del primer año, Minerva se convertirá en una empresa con R$ 52 mil millones en ingresos netos y R$ 5,1 mil millones en EBITDA, con un apalancamiento que volverá a 2,6 veces en un año.
La transacción también profundiza la diversificación geográfica de Minerva. Tras el cierre de la adquisición, Minerva tendrá el 52% de su capacidad instalada de carne vacuna en Brasil, el 15% en Paraguay, el 15% en Argentina, el 11% en Uruguay y el 7% en Colombia.
Los activos adquiridos deberán generar un EBITDA estimado de R$ 1,5 mil millones. Suponiendo un gasto de capital de mantenimiento de entre 200 y 300 millones de reales al año y un gasto financiero de entre 700 y 800 millones de reales dado el nuevo apalancamiento, la transacción ya aportaría un flujo de caja libre de entre 300 y 400 millones de reales, sin incluir ninguna sinergia.
Stocche Forbes y White & Case asesoraron a Minerva. Marfrig trabajó con Lefosse Advogados.
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