De acuerdo al boletín económico mensual de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales, el incremento parcial en la molienda agroindustrial en el primer trimestre del año irá disminuyendo a medida que se resienta la disponibilidad de materia prima.
Según el informativo de la CAPPRO correspondiente a marzo, la molienda total de oleaginosas al cierre del primer trimestre del 2022 ha alcanzado 655.784 toneladas, lo cual representa una mejora de alrededor de 240 mil toneladas con relación al mismo periodo del año anterior.
Aclara sin embargo que, si comparamos este valor con el promedio de los últimos tres años, la mejora es de apenas el 3%. En ese sentido considera importante destacar que, a diferencia de este año, en el primer trimestre del 2020 y del 2021 (pero sobre todo en este último) factores climáticos han retrasado el momento de inicio de la cosecha, lo que explica en gran medida que el resultado de estos primeros meses no demuestre aún los grandes problemas que atraviesa la cadena de valor de las oleaginosas.
De igual manera, el bajo registro de este marzo en comparación a años anteriores, con una caída del 32% en comparación al promedio de los últimos tres años para este mes, ya comienza a enviar una señal más clara de lo que será la situación en los próximos meses.
Si la dinámica actual se mantiene, el pronóstico de que las fábricas dejen de procesar a mediados de año se haría real, advierte la CAPPRO.
Utilización de la capacidad. En el primer trimestre del año se han industrializado 640.459 toneladas de soja, lo que representa un aprovechamiento del 55% de la
capacidad nominal en el mismo periodo, una mejoría de 20 puntos porcentuales con respecto a lo que se había conseguido a marzo del 2021.
Sin embargo, si se compara con el mismo periodo entre los años 2014 y 2020 este porcentaje actual resulta relativamente bajo e incluso se iría reduciendo conforme avancen los meses, considerando el contexto tan negativo que atraviesa el sector agrícola y agroindustrial a causa de la sequía y el deterioro de las condiciones competitivas.
Si no se aprobara la flexibilización del régimen de importación que permitiría hacer efectivo el ingreso de materias primas desde otros países, el aprovechamiento de la
capacidad sería el registro más bajo de los últimos años, teniendo que remitirnos a la gran sequía del 2012 para encontrar un dato tan bajo.
COMERCIO EXTERIOR
El ingreso de divisas comienza a sentir el impacto de la sequía. Al cierre del primer trimestre la exportación de productos del complejo soja ha generado divisas por US$ 733,14 millones, una reducción del 11% con relación al mismo periodo del año pasado y del 9,9% si lo comparamos con el valor promedio para los últimos tres años.
Este valor representa un 34% de lo generado por todas las exportaciones que registró el Paraguay en estos primeros tres meses, una proporción que implica una reducción de 5 puntos porcentuales con relación al promedio hasta marzo de los últimos tres años.
La exportación de aceite, harina y cascarilla de soja representa un poco menos de la mitad (42%) del ingreso generado por el complejo hasta el momento, una mejoría con relación a los últimos años que se iría diluyendo conforme avanza el año y las industrias suspendan sus operaciones debido a la falta de materia prima para seguir operando en condiciones normales, advierte la CAPPRO.
MERMA EN ENVÍOS. El volumen enviado al extranjero, tanto de soja en estado natural como de sus derivados industriales, alcanzó
hasta marzo 1,36 millones de toneladas, lo que implica una reducción del 28% si se compara con lo conseguido en el mismo periodo del 2021, valor que se encuentra más
en línea con lo que cabría esperar considerando la situación climática que se atravesó durante la cosecha.
La caída es incluso más significativa (39% menos) si se compara con la cantidad de toneladas promedio que se exportaron en el primer trimestre de los últimos tres años.
Durante los próximos meses cabría esperar que se vaya profundizando esta tendencia a la baja, principalmente en la comparación interanual, ya que el 2021 fue un gran
año en cuanto a la producción.
A este panorama complejo generado en la producción se deben sumar tanto la situación desfavorable que viene afrontando la agroindustria (que viene con disminución consecutiva en la molienda en los últimos tres años) en sus condiciones
de competitividad como los constantes problemas logísticos, en el transporte terrestre y fluvial, acota la CAPPRO.
En ese sentido, el informativo gremial indica que será muy importante que se siga trabajando entre el sector público y el privado para establecer las mejores condiciones posibles para afrontar esta situación tan negativa y poder mitigar en la medida de las posibilidades la gran pérdida que generará a la economía nacional la importante reducción de la cosecha.