En su Panorama Agrícola para el mercado internacional, el balance de Granar Research de la semana de negocios dejó nuevas subas para los precios del trigo en Chicago y en Kansas, sustentadas en las variadas licitaciones internacionales y en los rumores sobre cupos para las exportaciones rusas.
Para la soja y el maíz casi no hubo cambios, mientras avanza la cosecha americana y la Administración Biden posterga definiciones sobre los mandatos de corte obligatorios para los biocombustibles.
SOJA
La soja terminó la semana casi sin variantes en Chicago, donde los ajustes de las posiciones noviembre y enero apenas sumaron un 0,08 y un 0,13%, al pasar de 471,79 a 472,16 y de 475,10 a 475,74 dólares por tonelada.
El segmento comercio tuvo un inicio negativo por la influencia del mercado financiero, donde la crisis del gigante inmobiliario asiático Evergrande provocó bajas en los principales indicadores bursátiles globales que pusieron a los administradores de los fondos de inversión a liquidar contratos en mercados como el agrícola para salir a cubrir las pérdidas en títulos, acciones y bonos.
Luego de ese arranque semanal muy negativo, con pérdidas para la soja que rondaron los 8 dólares, las siguientes cuatro ruedas resultaron positivas, por compras de oportunidad de fondos y de comerciales, y por los rumores sobre compras chinas que se sucedieron desde el miércoles. Esas mejoras, sin embargo, estuvieron limitadas por el avance de la cosecha estadounidense y por la previsión de tiempo seco durante, al menos, las próximas dos semanas, que facilitarían el progreso de las tareas de campo.
En ese sentido, el lunes, en su primer relevamiento nacional del progreso de la cosecha, el USDA lo marcó sobre el 6% del área apta, contra el 5% de 2020 para la misma fecha y el 6% promedio. El dato oficial quedó por encima del 5% previsto en promedio por los privados. Además, ponderó un 58% de la soja en estado bueno/excelente, por encima del 57% de la semana pasada, pero por debajo del 63% vigente un año atrás. El dato oficial quedó por encima del 57% previsto por los privados. Está perdiendo hojas el 58% de las plantas, en comparación con el 38% de la semana pasada, el 56% de 2020 y el 48% promedio.
En cuanto a las ventas semanales estadounidenses, en esta ocasión para el segmento del 10 al 16 de septiembre, el jueves el USDA relevó ventas de soja por 902.900 toneladas, por debajo de las 1.264.200 toneladas del reporte anterior, pero dentro del rango calculado por los privados, de entre 500.000 y 1.100.000 toneladas. Del total, 624,200 toneladas aparecen nominadas para China.
De cara a la nueva semana comercial, el jueves próximo el USDA publicará su informe trimestral sobre las existencias estadounidenses al 1º de septiembre, dato que marcará el remanente que la campaña 2020/2021 dejó para el nuevo ciclo, que formalmente se inició ese 1º de septiembre. En promedio, los privados calcularon el stock en 4,74 millones de toneladas de poroto de soja, por debajo de los 5,04 millones previstos por el organismo en su último reporte mensual.
En Brasil, donde ya comenzó la siembra 2021/2022, el miércoles la Asociación Nacional de Exportadores de Cereales estimó que durante septiembre las exportaciones de soja sumarán 5,04 millones de toneladas, por debajo de los 5,79 millones embarcados en agosto, pero un 28,6% por encima de los 3,92 millones despachados en septiembre de 2020.
MAÍZ
Al igual que la soja, el maíz terminó la semana casi sin variantes en Chicago, donde el contrato diciembre resignó un 0,10% al pasar de 207,57 a 207,37 dólares por tonelada y donde la posición marzo sumó un 0,05%, luego de variar de 210,32 a 210,42 dólares.
Las pérdidas provocadas por Evergrande en el sector bursátil también golpearon al cereal al inicio del segmento comercial por la liquidación de contratos por los fondos de inversión. A ello se sumó el efecto coyuntural bajista del avance de la cosecha.
La fortaleza de los precios del petróleo, que traccionan hacia arriba de las cotizaciones de los biocombustibles, y las compras de oportunidad que se dieron entre el miércoles y el jueves por parte de comerciales y de fondos, le posibilitaron al maíz equilibrar sus valores tras el arranque negativo de la semana. También resultó alentador el mayor funcionamiento de las terminales ubicadas en la zona del Golfo de México, que está posibilitando descomprimir las terminales justo cuando el flujo de granos comienza a ser mayor por el avance de las tareas de recolección.
Sigue generando incertidumbre la indefinición de la Casa Blanca sobre la política en torno de los mandatos de corte con biocombustibles. Esto da lugar a sobresaltos, como el miércoles, cuando un cable de la agencia Reuters reveló los volúmenes que la Agencia de Protección Ambiental habría sugerido para los mandatos de corte 2020, 2021 y 2022, que resultaban adversos para las aspiraciones del mercado.
Si bien esa noticia, que generó fuertes pérdidas para el aceite de soja, fue desmentida, la tensión por la falta de claridad de la Administración Biden al respecto persiste. Vale señalar que, en el caso del maíz, el mercado ya trasladó al precio parte del impacto que tendría un mandato de corte menor al previsto por los operadores tiempo atrás, cuando el candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos anunciaba su respaldo a las energías alternativas y se diferenciaba de Donald Trump, muy asociado al lobby petrolero. Sin embargo, hoy presidente, los pasos de Biden parecen ir en el sentido de los dados por su antecesor en el Salón Oval.
Atado a lo anterior, no fue positivo el informe semanal de la Administración de Información sobre Energía de EE.UU., que marcó una baja en la producción de etanol, de 937.000 a 926.000 barriles por día, y que así interrumpió la racha de dos reportes con datos de producción en alza. En cuanto a las existencias, el organismo también cortó una racha, pero en ese caso de siete semanas, al relevar un incremento de las reservas del biocombustible, de 20.010.000 a 20.111.000 barriles.
En cuanto al avance de la cosecha de maíz, el lunes el USDA lo relevó sobre el 10% del área apta, contra el 4% de la semana pasada, el 8% de igual momento de 2020, el 9% promedio de las cuatro campañas precedentes y el 10% estimado por los operadores. Además, ponderó en estado bueno/excelente el 59% del maíz, por encima del 58% de la semana pasada, pero por debajo del 61% de igual momento de 2020. El dato oficial quedó por encima del 58% previsto en promedio por los privados. Está dentado el 93% del maíz, respecto del 87% del reporte anterior, del 94% de 2020 y del 89% promedio. Está maduro el 57% del maíz, contra 37% de la semana anterior, el 56% de igual momento del año pasado y el 47% promedio.
Acerca de exportaciones semanales estadounidenses, el jueves el USDA las relevó en 373.000 toneladas de maíz, por encima de las 246.600 toneladas del informe anterior, pero cerca del mínimo previsto por los operadores, en un rango que fue de 300.000 a 800.000 toneladas.
En la previa del informe trimestral de existencias al 1º de septiembre en EE.UU. que publicará el jueves el USDA, el promedio de las estimaciones privadas es de 29,29 millones de toneladas, por debajo de los 30,15 millones estimados por el organismo como stock final 2020/2021 en su último trabajo mensual.
TRIGO
Los precios del trigo cerraron en alza por segunda semana consecutiva en el mercado estadounidense. En efecto, en Chicago las posiciones diciembre y marzo sumaron un 2,12 y un 2,08%, al pasar de 260,42 a 265,93 y de 264,46 a 269,97 dólares por tonelada.
En Kansas, los mismos contratos ganaron un 0,95 y un 0,83%, tras variar de 261,98 a 264,46 y de 265,20 a 267,40 dólares por tonelada. Este mercado dejó atrás el efecto coyuntural de las cosechas en el hemisferio Norte y pasó a concentrarse en la sucesión de licitaciones internaciones de una demanda que sigue ávida por el grano fino, en un ciclo comercial que encuentra reducciones en las ofertas de Canadá, de Rusia y, en menor medida, de Estados Unidos.
Luego de las ventas concretadas por los fondos de inversión entre el viernes de la semana anterior y el martes, el mercado experimentó un importante repunte desde el miércoles por compras de oportunidad de los fondos de inversión y por los rumores acerca de posibles cupos para exportar trigo que impondría el gobierno ruso, que se sumarían al arancel flotante que aumenta semana tras semana y que le quita competitividad a las ventas de Rusia, al tiempo que le resta estímulo a los productores para vender.
En cuanto a la siembra de la nueva campaña de trigos de invierno, el lunes el USDA relevó su avance sobre el 21% del área prevista, frente al 12% de la semana pasada, al 19% de igual momento de 2020, al 18% promedio de las cuatro campañas precedentes y al 22% previsto por los privados. Emergió el 3% de los cultivos, contra el 3% del año pasado y el 2% promedio.
Y respecto de las exportaciones semanales de los Estados Unidos, el USDA relevó el jueves ventas de trigo por 355.900 toneladas, por debajo de las 617.100 toneladas del informe anterior, pero dentro del rango previsto por los privados, de entre 250.000 y 600.000 toneladas.
Para el informe que el USDA publicará el jueves próximos sobre las existencias trimestrales estadounidenses al 1º de septiembre el promedio de las estimaciones privadas las calcula en 50,49 millones de toneladas de trigo, por debajo de los 58,73 millones de igual momento de 2020.