Creció la entrada diaria de hacienda a ferias de consumo y también la participación de vacas, con lo cual el mercado tuvo una ronda de calma tras el salto de precios registrado el miércoles. Los novillos tuvieron buen repunte de cotización, llegando a su máximo valor en el mes, pero eso fue insuficiente para revertir la tendencia bajista de esta jornada.
Como en toda la semana, en esta jornada de nuevo fueron 3 las consignatarias activas, en su respectivo recinto ferial, sumando entre ellas una oferta de 349 cabezas, cantidad que es la segunda mayor entrada del mes. Ese ingreso es menor en 32% al vigente promedio de oferta en jueves, pero ya resulta mayor a lo ofertado 7 días antes, en 8%, un indicador del repunte de ingreso tras la escasa entrada al inicio del ciclo.
Creció igualmente la participación de las hembras, hasta 69% de la oferta diaria, factor sumado a la extendida merma del kilaje promedio de los lotes ofertados para delinear una marcada tendencia bajista.
Solamente los novillos lograron alguna suba de precio, pero esto resultó insuficiente para cambiar la generalizada variación negativa.
Precios del día. La mejora de precios en novillos fue cercana al 4% diario, pasando a una escala de G$ 12.200, sin incluir IVA, la tercera mayor del mes para esta clase animal, que alcanzó además su precio máximo en agosto, de G$ 13.640.
Los toros perdieron protagonismo y se depreciaron 2,4% en valor promedio, llegando a una cotización máxima de G$ 13.000, monto bastante rezagado respecto al precio récord histórico de G$ 14.220 alcanzado en la jornada previa.
Con baja del 3%, las hembras condicionaron el resultado bajista de esta ronda, por su abultada mayoría en la oferta y por el flojo aporte de las vaquillas, en su menor precio promedio del mes.
Como resultado global, la hacienda en general tuvo un retroceso del 6% en su precio promedio, que cayó a un nivel de G$ 10.733, el tercero más bajo del mes.
Perspectiva. Faltando solamente la ronda del viernes, el déficit de la oferta acumulada semanal queda en 38% por debajo de lo habitual, manteniéndose así una considerable presión compradora, lo que podría favorecer alguna suba de precios, a lo que podría sumarse un eventual aumento de la demanda por la cartelera futbolera en el final de semana.