La probabilidad de heladas hace que el agricultor ajuste el sistema agronómico practicado con el fin de minimizar el riesgo de que el desarrollo del cultivo del maíz coincida con las épocas más críticas.
El desarrollo del cultivo de maíz zafriña tiene lugar en periodos en los que las plantas pasan frecuentemente por estrés climático, temperaturas, fotoperiodo y precipitaciones decrecientes. Dependiendo de la región y de la época de siembra, los riesgos de pérdidas por condiciones climáticas adversas son relativamente elevados.
El fenómeno de la helada como contingencia agrícola ocurre cuando la temperatura del aire desciende a valores tan bajos que produce daño en los tejidos vegetales. Se considera helada agrometeorológica con marcas térmicas iguales o inferiores a tres grados centígrados medidas en el abrigo meteorológico (1.5 m de altura), lo que equivale a aproximadamente cero grados centígrados o menos en la superficie del suelo.
Daños y Síntomas. Las plantas mueren cuando las temperaturas llegan a cerca de 0 grados durante algunas horas. Con la muerte de las células después del primer día de helada, el daño en la planta de maíz se identifica por la coloración verde oscura en las hojas, que enseguida se pone marrón hasta llegar a tener color paja.
Esto se debe a la extravasación del contenido de las células que se rompieron ante la formación de cristales de hielo.
Dependiendo de la intensidad, la helada puede ocasionar daños mayores o menores en las hojas teniendo en cuenta factores como: genética, ciclo del cultivo vs momento de la helada, tasa de metabolismo, población vs espaciamiento, porte de los híbridos, etc.
Efectos de las heladas con relación a la madurez de la planta:
En el cultivo de maíz uno de los factores más importantes es el estado de desarrollo de la planta.
Las plantas jóvenes son menos susceptibles a los daños ya que el punto de crecimiento se encuentra más cerca del suelo y están protegidas de las temperaturas de congelamiento (dando la posibilidad al rebrote).
En plantas con un desarrollo más avanzado, las hojas están más expuestas y tienen el ápice por encima de la superficie del suelo (aproximadamente 30cm. de altura). Cuando las hojas más largas de estas plantas se congelan, éstas pueden formar un espiral firme y torcido que a las hojas nuevas le será difícil penetrar.
En las fases vegetativas, la pérdida foliar ocasiona impactos en la calidad del tallo, ya que la planta va a utilizar toda la reserva necesaria para poder contribuir con el crecimiento del grano. Esto da como resultado tallos agotados y al final del ciclo el cultivo estará sujeto al quiebre del tallo, dificultando la cosecha y trayendo pérdidas de productividad.
En las fases reproductivas, la acumulación de masa seca en los granos es muy importante para verificar hasta qué punto la helada ha afectado la productividad. La fase de desarrollo R6 es cuando la capa de células del escutelo del grano muere, cortando la conexión de la planta con el grano, en esta etapa está formada la “capa negra” del grano.
Las pérdidas en el rendimiento son insignificantes si la helada ocurre cuando la humedad del grano es inferior al 35%.
Esta pérdida es directamente proporcional a la fase de madurez y la cantidad de tejido foliar muerto.
¿Cómo podemos mitigar este fenómeno climático?
La probabilidad de heladas hace que el agricultor ajuste el sistema agronómico practicado con el fin de minimizar el riesgo de que el desarrollo del cultivo del maíz coincida con las épocas más críticas.
Algunas recomendaciones son tener registros climáticos históricos de las fechas medias de las primeras y últimas heladas. En base a esa información, determinar las épocas de siembra y elegir los híbridos teniendo en cuenta su ciclo. Por ejemplo, si por algún motivo la siembra fue tardía, elegir híbridos de ciclo corto / superprecoz.
Anticipar la siembra de maíz zafriña, ocasionado por la implantación de variedades de soja de ciclo ajustado puede ser una práctica interesante para que los granos de maíz acumulen lo máximo posible de masa seca hasta el periodo de mayor probabilidad de heladas.
Existen también varios relatos en la literatura de que la aplicación de bioestimulantes como por ejemplo aminoácidos (que son los componentes básicos de las proteínas) ayudan a que la planta esté menos susceptible y se recupere más rápidamente de un estrés como el provocado por una helada, principalmente debido a que mejoran el metabolismo de la planta.