El Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO) realizó dos días de campo a fin de mostrar los trabajos realizados en el marco del Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología. Una de las jornadas se realizó en Naranjal y la otra en San Juan Nepomuceno, en fincas de cooperadores.
Las jornadas de extensión rural del INBIO se desarrollaron en las parcelas de sus cooperadores Benjamín Zelaya, de Naranjal, departamento de Alto Paraná, y Trifón Ruíz Díaz, de San Juan Nepomuceno, departamento de Caazapá.
El programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología tiene por objetivo la introducción ordenada y responsable de la biotecnología en el sistema de agricultura sustentable, mediante la capacitación a los cooperadores y a su vez a los productores vecinos de los mismos sobre el manejo integrado de plagas, enfermedades, malezas, suelo y el uso de cultivos con eventos biotecnológicos, fomentando una producción sostenible en el tiempo tanto a pequeña como a gran escala.
En INBIO desarrolla el programa con la metodología “aprender haciendo”, conforme a la realidad de cada cooperador, donde el factor principal radica en la capacitación, sustentado por un lado con la asistencia direccionada a sus necesidades, y por otro, el deseo de aprender de parte del productor, de superar dificultades y prosperar en su tierra.
Tanto Benjamín Zelaya como Trifón Ruíz Díaz anteriormente rastrojeaban el suelo de sus parcelas previo a cada cultivo, mientras que ahora volcaron su manejo a las buenas prácticas agrícolas, conscientes de que para tener una buena productividad es necesario el cuidado del suelo con cobertura permanente y la rotación de cultivos. Además, en ambos casos se aplica el sistema de siembra directa de forma manual.
Jornada en Naranjal. El Programa Agricultura Sustentable con Biotecnología del INBIO empezó a trabajar con Benjamín Zelaya desde el año pasado, las condiciones de su suelo eran de alta susceptibilidad a la erosión como consecuencia de la remoción continua de la capa fértil del mismo, sin embargo, en el poco manejo que se realizó en su parcela ya se visualizaron los resultados, y el cooperador está convencido de que éste es el camino para una mejor producción. El programa en esa parcela se lleva adelante en conjunto con la Municipalidad de Naranjal y la Cooperativa Copronar.
El productor recordó que antes no tenía la producción que tiene ahora y destacó el valor de aplicar el conocimiento técnico en las parcelas para aumentar la producción. “Hay una gran diferencia, yo veo en mi propia parcela el resultado. Mi expectativa es la de seguir aplicando el conocimiento que recibo por parte del INBIO y seguir mejorando mi producción con el cuidado del suelo”, expuso.
El intendente de Naranjal, Edoard Schaffrath recordó que la colonia en donde está ubicada la finca de Zelaya tiene origen de asentamiento, donde hay unas 8.500 hectáreas de pequeños productores, por lo que valoró que desde el INBIO se dé oportunidad al acceso a la tecnología agrícola de modo a que los productores puedan desarrollarse.
Además, destacó que Zelaya tenga acceso al programa para la recuperación de suelo, cobertura, variedades, fertilizaciones y capacitación para la aplicación de fitosanitarios. “Todas esas técnicas que a veces el pequeño productor no tiene acceso y hoy vemos aquí que, si es posible”, expresó.
El presidente de la cooperativa Copronar, Darci Bortoloso, aseguró que lo importante es que las instituciones puedan acercar conocimiento a los productores y hacer días de campo en parcelas que sirvan de ejemplo a los vecinos que están desanimados con su producción.
En cuanto al manejo de la parcela, el coordinador del Programa Agricultura Sustentable con Biotecnología del INBIO, Ing. Agrop. Claudio Fleitas, dijo que, si bien arrancó su primera zafra con el cuidado de la cobertura, el objetivo es seguir generando materia orgánica y hacer rotación de cultivos, mejorando la infiltración en las diferentes parcelas, profundidad de las raíces y disponibilidad de nutrientes para los cultivos de modo a aumentar la producción.
Además, destacó que para el inicio de producción en la parcela de Benjamín se sembraron semillas de calidad y variedades con buen sistema radicular. En la parcela de soja se utilizó SOJAPAR R24 y en la de maíz Dekalb 290 VT3Pro. Recordó que a pesar del estrés hídrico que sufrieron los cultivos en la zona, se cosechó cerca de 3.000 kilos por hectáreas de soja y el maíz con una estimación de 5000 kilos por hectárea.
En San Juan Nepomuceno. En la parcela del cooperador Trifón Ruíz Díaz, el INBIO viene trabajando, en conjunto con la DEAG MAG de San Juan Nepomuceno, desde hace 8 años, logrando la mejora de la productividad. Es importante resaltar que su suelo tiene más de 85% de arena, es decir con una muy baja fertilidad, sin embargo, con la aplicación del paquete tecnológico y respeto a la cobertura del suelo, actualmente es una parcela altamente productiva.
Hasta la actualidad Trifón realiza la siembra de forma manual, sin embargo, aplica el paquete tecnológico con la rotación de cultivos con abonos verdes, mediante el cual logró mejorar la disponibilidad de nutrientes en su suelo, ya que el sistema radicular tanto del maíz como los abonos verdes utilizados, fueron disponibilizando los mismos en beneficio del siguiente cultivo, práctica que viene sosteniendo durante todo el periodo de trabajo con el INBIO.
Durante el día de campo, en la estación instalada de calicata, se pudo observar raíces de hasta en un metro y medio de profundidad, identificando en algunos casos el sistema radicular de los abonos verdes que rompieron las capas de compactación.
La Ing. Agr. Estela Ojeda, gerente del INBIO, destacó que el objetivo del evento fue conocer la realidad de Trifón y convencerse de que sí se puede aplicar tecnología agrícola y salir adelante en la agricultura a pequeña escala. “Acá se está uniendo el esfuerzo del productor que quiere salir adelante y cada uno de nosotros los involucrados, poniendo un poquito de nuestra parte y así se puede lograr el objetivo, que es facilitar el acceso de los productores a la biotecnología. Las alianzas nos hacen ir para adelante y eso es muy importante”, puntualizó.
El ingeniero agropecuario Claudio Fleitas, coordinador del Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología del INBIO, detalló que en la parcela de Trifón fueron sembradas soja, de la variedad SOJAPAR R24, y maíz, Dekalb 290 VT3Pro, obteniendo unos 4.000 kilos por hectárea de soja y 7.000 kilos por hectárea de maíz.
Compromiso de apoyo. Del evento participaron productores de la zona, estudiantes secundarios y universitarios ligados a carreras del sector y técnicos de la DEAG-MAG. Además, participó el ministro de Agricultura, Ing. Agr. Santiago Bertoni, con su equipo de trabajo, junto a autoridades departamentales y municipales, quienes valoraron la historia de superación que tiene el cooperador del INBIO.
El titular del MAG destacó las cosas positivas que se pueden llegar a encontrar cuando el productor quiere trabajar y busca salir adelante. “Me alegra mucho ver el resultado del trabajo. Muchas cosas buenas vemos en la finca de don Trifón y cómo tenemos que hacer para continuar. Estamos comprometidos a darle el apoyo a todos aquellos que quieren salir adelante con su esfuerzo y trabajo”, expresó.
Además, se comprometió a premiar el trabajo duro y sostenido de buenas prácticas agrícolas de Don Trifón con la entrega de maquinarias para el comité de productores al que él pertenece de modo a facilitar su trabajo y seguir impulsando a los productores a trabajar su tierra y desarrollar a su familia.
“Acá estamos rompiendo paradigmas, acá vemos cosas diferentes que la agricultura familiar si puede aplicar tecnología, puede salir adelante con toda la tecnología y ese es el camino. Vemos la tecnología que se está aplicando, mejores variedades, manejo de suelo, pero necesitamos la mecanización”, dijo y posteriormente se comprometió a brindarles ese aporte como Gobierno Nacional.