En diciembre continuó la recuperación de los precios mundiales del algodón, que comenzó a principios de abril. El índice Cotlook A avanzó 480 puntos centavos para finalizar el mes en 84,60 centavos por libra, su punto más alto del año calendario, lo que representa una ganancia del 43 por ciento desde el punto más bajo de 59,15 centavos por libra registrado el 2 de abril, cuando el efecto de la pandemia de Covid estuvo en su momento más agudo.
Los futuros de Nueva York lideraron una vez más el avance de los precios de las tierras altas en diciembre, una trayectoria que se interrumpió solo brevemente cuando Nueva York cayó bruscamente el 21 de diciembre cuando surgieron noticias de una cepa nueva y más infecciosa de Covid-19. La compra especulativa del contrato No. 2 siguió siendo una característica, ya que los mercados financieros continuaron respondiendo al estímulo monetario proporcionado por la Reserva Federal de EE. UU. y otros bancos centrales. Los índices bursátiles tocaron nuevos máximos durante diciembre.
En el mercado físico, el apoyo en forma de compra activa de acería se obtuvo de varios de los principales mercados de importación. Motivados por la continua disparidad entre los precios locales y las ofertas sustancialmente más competitivas de algodón importado, las fábricas y los comerciantes chinos (incluidas las empresas estatales) fueron compradores activos durante todo el mes. La misma relación de precios impidió el comienzo del programa planificado de compras de la Reserva Estatal de la cosecha nacional.
Las compras de importación, de China y de otros lugares, se centraron principalmente en el algodón estadounidense, aunque sin excluir otros orígenes. Los cuatro informes semanales de exportación publicados durante diciembre agregaron alrededor de 1,59 millones de pacas en funcionamiento (alrededor de 360.000 toneladas) al compromiso de esta temporada.
Para el 24 de diciembre, las ventas de todo el algodón se habían adelantado ligeramente a la temporada pasada y eran equivalentes a casi el 82 por ciento del pronóstico de Washington para el año comercial. Con quince millones de pacas estadísticas de 480 libras, esa proyección puede parecer ahora bastante conservadora.
La demanda industrial de base amplia reflejó la reposición de los inventarios industriales de algodón en rama (así como los que se encuentran más abajo en la cadena de suministro) que se habían mantenido al mínimo debido a la aprensión con respecto al patrón futuro de la demanda. La demanda china de importaciones de hilados de algodón (también una función de la disparidad de precios antes mencionada) impulsó la actividad de hilatura en muchos mercados. Varios de los principales países fabricantes de textiles y prendas de vestir publicaron datos sólidos sobre las exportaciones y, en general, se mantuvo la impresión de una reactivación de la cadena de suministro de textiles y algodón, de la que se estaban beneficiando los hilanderos. Por tanto, las estimaciones de consumo mostraron un sesgo al alza.
Por el lado de la oferta, sucedió lo contrario: diciembre fue testigo de las previsiones de producción más bajas adoptadas por Cotton Outlook para los Estados Unidos y la India.
Las estimaciones de oferta y demanda de diciembre del USDA incluyeron una reducción largamente anticipada en el pronóstico de producción nacional. En el evento, la escala del ajuste – más de un millón de pacas, resultado principalmente de una reducción de las estimaciones de rendimiento para el estado de Texas – superó las expectativas.
Las ideas de que un monzón temprano y abundante, junto con una superficie récord de cultivo de algodón, daría como resultado una cosecha india abundante, se han atenuado un poco. Las lluvias excesivas y prolongadas han causado daños en algunos estados productores, sobre todo Telangana, y los pronósticos de producción general se han revisado a la baja.
La combinación de pronósticos de producción reducidos y una perspectiva de consumo mejorada brindó apoyo al repunte continuo de precios desde una perspectiva fundamental de oferta y demanda. En diciembre, las estimaciones de producción y consumo mensuales de Cotton Outlook indicaron por primera vez una reducción neta de las existencias mundiales durante la temporada 2020/21. Con 325.000 toneladas, la disminución se ve eclipsada por la adición de la temporada anterior a las existencias mundiales (no muy lejos de los cuatro millones de toneladas), pero no obstante contribuyó a un notable cambio de sentimiento hacia el lado alcista.
