Los granos producidos en Paraguay que son exportados en estado natural tienen como destino fábricas de otros países, que cuentan con incentivos para la importación de materias primas, para aprovechar los beneficios de agregar valor en su país, advierte el informe mensual de la CAPPRO.
En los comentarios finales del informativo económico mensual de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO), correspondiente al mes de noviembre se indica que en Argentina se procesa mayor volumen de soja paraguaya que en nuestro país, lo que ocurre por tercer año seguido y que eso se debería a falta de mayor competitividad de la industria aceitera local. A seguir, el punto de vista del gremio agroempresarial.
A pesar del aumento de la capacidad de procesamiento que se dio gracias a las inversiones realizadas por las industrias aceiteras asociadas a CAPPRO entre el 2010 y el 2013, el deterioro de las condiciones de competitividad causadas por el constante cambio de reglas llevó a que cada vez el sector viva una realidad más compleja.
En el 2018 se redujo el potencial de molienda con el cierre de una de las plantas nacionales y entre el 2019 y el 2020 el volumen procesado se ha reducido de manera considerable, mientras que las exportaciones de granos siguen aumentando, a pesar de las fluctuaciones que puede marcar la misma cosecha.
Estos granos exportados en estado natural tienen como destino las fábricas procesadoras de otros países, que cuentan con incentivos para la importación de materias primas para que puedan ser procesadas dentro de sus fronteras, para aprovechar los beneficios de agregar valor, que se manifiestan en más y mejores puestos de trabajo y un ingreso superior al comercializar productos de mejor precio.
Argentina. El caso particular de Argentina es uno de los que mejor explica esta situación, ya que nuestro vecino procesará este año más de 4,5 millones de toneladas de nuestra soja en sus industrias, a las que su Gobierno ha venido ofreciendo ventajas competitivas hace bastante tiempo, lo que les ha permitido tener una capacidad de procesamiento del 100% de su materia prima e incluso de mirar más allá de sus fronteras para adquirir granos de otros países.
El 2020 ya será el tercer año consecutivo en que la industria argentina sacará provecho de más soja paraguaya que la misma industria nacional.
Lo anterior implica que se continúe desaprovechando toda la potencialidad que existe en el país en cuanto al aprovechamiento de nuestras materias primas agrícolas, solamente creando políticas públicas claras que generen beneficios que permitan a nuestra industria aceitera competir en igualdad de condiciones con las de otros países
(que protegen e incentivan el agregado de valor) se podrán observar en el país más beneficios de la cadena de valor de las oleaginosas.