La semana de Pascuas cerró con saldo positivo para la soja y para el trigo, mientras que el maíz terminó casi sin cambios, pero con muchos interrogantes sobre su futuro, por la caída estimada por el USDA sobre su uso en la industria del etanol, justo cuando se inicia una siembra que podría derivar en una oferta 2020/2021 récord.
En el mercado local argentino, el avance de la cosecha gruesa afectó las propuestas de los compradores de soja y de maíz disponibles en la zona del Gran Rosario.A seguir el informe semanal de Granar Research, para maíz
Indicadores exógenos que impactan sobre los precios
Jueves 9 | Viernes 3 | Variación en % | |
Petróleo | 22,76 | 28,34 | -19,69 |
Dólar/Euro | 1,0921 | 1,0810 | +1,03 |
Real/Dólar | 5,0905 | 5,3261 | -4,42 |
Peso/Dólar* ** | 64,960 | 64,710 | +0,39 |
* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación. ** Cierre del 8/4
MAÍZ
Tras las fuertes bajas de la semana anterior, los precios del maíz en los Estados Unidos terminaron el acotado segmento comercial casi sin variantes. En efecto, mientras la posición mayo en la Bolsa de Chicago sumó un 0,30%, tras variar de 130,21 a 130,60 dólares por tonelada, el contrato julio cerró sin cambios, con un ajuste de 132,57 dólares por tonelada.
El maíz está cruzado por fundamentos bajistas de peso, como la crisis profunda de la industria del etanol a partir del derrumbe del valor del petróleo, consecuencia de la disputa entre los países productores, pero también de la menor demanda de combustibles generada por pandemia de coronavirus, o como la previsión de un importante aumento de la siembra 2020/2021 en los Estados Unidos, que bien podría dar lugar a una cosecha récord.
Datos eventualmente alcistas como el acuerdo para recortar la oferta de petróleo alcanzado el jueves por los principales productores y exportadores de crudo, o la mayor participación compradora de China no fueron más que paliativos para morigerar las pérdidas.
A la causa alcista el USDA le jugó una muy mala pasada el jueves con las cifras reveladas en su informe mensual. Ocurre que el organismo, luego de mantener sin cambios las existencias iniciales y el volumen de la cosecha, y de elevar el uso forrajero, sorprendió al achicar en un 6,92% el uso de maíz en la industria del etanol, que ahora pasa, según los nuevos cálculos, de 137,80 a 128,27 millones de toneladas.
Es cierto que el mercado esperaba un ajuste, pero los más pesimistas lo proyectaban entre 4 y 4,50 millones de toneladas. Con ese dato, y frente a exportaciones que fueron sostenidas en 43,82 millones, el USDA elevó de 48,07 a 53,15 millones de toneladas su proyección sobre el stock final de la campaña, contra los 50,90 millones previstos por el mercado.
El 12 del mes próximo, cuando el USDA publique su nuevo informe mensual con las estimaciones de oferta y demanda, revelará sus primeras proyecciones sobre las variables comerciales de la campaña 2020/2021.
Y, si en su Foro Anual de febrero el organismo proyectó una cosecha de maíz estadounidense de 392,70 millones de toneladas en base a un área sembrada de 38,04 millones de hectáreas, ¿cuál será el volumen que calculará con una intención de siembra que a fines de marzo fue ponderada por el propio USDA en 39,25 millones de hectáreas? ¿Cómo hará Estados Unidos para manejar una oferta que podría oscilar entre los 440 y los 445 millones de toneladas? ¿Cuánto debería subir el valor del petróleo para que la industria del etanol pudiera salir de la crisis actual y asimilar la sobreoferta de maíz? ¿Cuánto más debería comprar China en los Estados Unidos? ¿Cómo se dará la competencia con el bloque Ucrania/Sudamérica, que en las últimas campañas multiplicó su oferta?
El clima y el devenir de la pandemia tendrán muchas de las respuestas a las preguntas anteriores. Mientras tanto, el lunes próximo el USDA comenzará a relevar el avance de la siembra de maíz 2020/2021.
Una de las razones por las que el maíz logró evadir un cierre semanal bajista fue el positivo informe semana sobre las exportaciones de los Estados Unidos. En efecto, el jueves el USDA relevó ventas 2019/2020 por 1.848.900 toneladas por encima de las 1.075.400 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, de entre 700.000 y 1.200.000 toneladas. Las ventas 2020/2021 fueron ponderadas en 608.800 toneladas, por encima de las 20.300 toneladas de la semana pasada y dentro del rango calculado por los privados, de entre 500.000 y 700.000 toneladas.
En Argentina. Sin una tendencia definida cerraron la semana los precios del maíz en el mercado doméstico, dado que mientras para el Gran Rosario las propuestas de los exportadores bajaron de 142 a 138 dólares por tonelada, para Necochea subieron de 145 a 148 dólares y para Bahía Blanca se mantuvieron estables, en 155 dólares por tonelada.
Para el miércoles el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 8730, mientras que para el inicio de la nueva semana fue fijado en 8742 pesos. Las propuestas de los consumos relevadas por la BCBA pasaron de 9000/9300 a 8100/9700 pesos por tonelada, según condición, calidad, procedencia y forma de pago.
Para las entregas diferidas a mayo tampoco hubo una tendencia definida en el mercado de maíz. En efecto, la transición de las ofertas fue de 142 a 135 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 145 a 148 dólares para Necochea, en tanto que para Bahía Blanca las propuestas se mantuvieron en 150 dólares por tonelada. En el Matba Rofex la corta semana terminó con saldo negativo para el maíz, tras una suerte de sinceramiento de las cotizaciones al contexto mundial. Los ajustes de las posiciones abril y julio retrocedieron de 142,50 a 139 y de 130,50 a 126,50 dólares por tonelada.
Respecto de los cultivos, el miércoles la BCBA relevó el avance de la cosecha de maíz para grano comercial sobre el 26,3% del área apta, luego de un progreso semanal de 4,1 puntos. “La recolección continúo avanzando sobre cuadros tempranos que mostraron buenos rindes durante la última semana. A pesar de esto, las primeras expectativas de rinde de los lotes de la región NOA y de los planteos tardíos del centro del país se encuentran por debajo de las estimaciones iniciales. Frente a este panorama, mantenemos la proyección de producción en 50 millones de toneladas, aunque la misma está sujeta a la evolución de los rindes de los planteos tardíos”, dijo la entidad.
El jueves, en su informe mensual el USDA mantuvo en 50 millones de toneladas su previsión sobre el volumen de la cosecha de maíz argentina y en 33,50 millones su cálculo sobre las ventas externas.