Según el último informe económico de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO), la molienda total de oleaginosas en el mes de enero fue de 34.966 toneladas, que es el peor registro desde las 33 mil toneladas del primer mes del 2011 y representa una caída de más de 116 mil toneladas si se compara al promedio de este mes en los últimos 3 años.
El informe de Cappro refiere que el retraso de la cosecha actual de soja, que además se da luego de una campaña donde se redujo la producción total, explica la importante caída que se registra.
Es más, el procesamiento de soja tuvo su peor primer mes del año desde 2011, cuando se habían procesado solamente 31 mil toneladas de esta oleaginosa, aunque cabe destacar que aquel año la capacidad era considerablemente menor. Este inicio tardío de la cosecha y por ende del procesamiento podría marcar la situación para lo que queda del año, considerando que con esto la molienda inicia con una variación negativa de más de 120 mil toneladas en comparación al promedio de los últimos 3 años; un valor importante considerando que las fábricas vienen trabajando cerca del 80% de su capacidad.
Baja utilización. Acota el informe gremial que las condiciones que llevaron a un inicio tardío de la cosecha y la molienda repercutieron finalmente en la utilización de la capacidad instalada en el mes de enero. Las más de 34 mil toneladas implican apenas una utilización del 10% de lo disponible, el menor valor para este indicador del que se tiene registro.
Este resultado implica una reducción de más de 30 puntos porcentuales, tanto en la comparación interanual como en la comparación con el promedio de los últimos 3 años para este periodo. Al igual de lo que se da con la molienda total, los valores de utilización de los próximos meses deberán mejorar considerablemente si se busca revertir la actual situación negativa y cerrar el año al menos como en el 2019.
Ingreso de divisas. Según el informe mensual del sector agroindustrual, al igual de lo que se dio con la molienda, las exportaciones de enero fueron bastante inferiores a los registros habituales para este mes a causa del retraso en la cosecha.
Añade que el ingreso de divisas generado por el complejo soja alcanzó apenas US$ 79 millones, que es su menor registro desde el primer mes del 2011 y valor que además representa el 16% de todas las exportaciones. Pero a diferencia de lo que se podría observar con la molienda, las restricciones no son tan fuertes a la hora de realizar exportación de producto en estado natural, con lo que el aumento de la cosecha terminaría permitiendo que las exportaciones de este segmento vayan mejorando en lo que queda del año, con lo que el factor precio será el que definirá si se superarán o no registros de años anteriores para este segmento.
Cayó volumen exportado. En enero, el volumen total de envíos al exterior de soja en estado natural y productos industrializados a partir de la misma alcanzó 215.656 toneladas, una reducción de más de 400 mil toneladas si se compara con el mismo mes del 2019 y representa una caída de 59% con relación al promedio para este periodo en los últimos tres años, informpo la Cappro.
Un retraso en la época de siembra y, consecuentemente, de la cosecha, es el factor que explica la situación actual, ya que se estima que la producción de este año permitirá una recuperación, al menos en el volumen total de granos exportados, con relación al desempeño del 2019. Aún con la reducción en los volúmenes de grano exportados, la Argentina se mantiene como el principal destino y van a este país más de dos terceras partes del volumen total.
Con relación a la exportación de productos industrializados se puede observar la misma tendencia de reducción, aunque esta es un poco inferior; la comparación con relación al promedio para el primer mes en los últimos 3 años marca una variación negativa del 52%.
Según el informativo de la Cappro, esto se debe a la existencia de un saldo sin exportar de productos del 2019, que permitió compensar en cierta medida la menor molienda. El desempeño de este segmento en el 2020 estará marcado por las condiciones internas de competitividad y la situación de los mercados internacionales.
Participación agroindustrial. Al cierre del primer mes del año las empresas asociadas a la Cappro representan el 59% de todas las exportaciones del complejo soja.
Este valor es igual al obtenido al cierre del 2019, pero 8 puntos porcentuales más alto que el 51% que se daba en enero del año pasado. La mejora se debe a la mayor relevancia de los productos industrializados dentro del total exportado.
La mencionada participación se divide de la siguiente manera:
• 30% de toda la soja en estado natural
• 100% en los productos industrializados a partir de la soja (aceite, harina y cascarilla).
Comentarios finales. En este apartado del informe empresarial, se deja postura de la posición gremial ante la coyuntura sectorial, y se expresa cuanto sigue:
Aun cuando el 2020 inicia como un año que se espera pueda ser uno de recuperación para un segmento importante del sector agropecuario y su cadena productiva, las condiciones climáticas desfavorables en la época de siembra llevaron a que la cosecha se retrasara, lo que termina afectando negativamente a todos los números de este primer mes. Fuera de esta situación particular que no colabora, la expectativa es que la recuperación de la cosecha a valores más cercanos a los conseguidos antes del mal 2019 para la soja pueda alcanzar tanto a los productores agrícolas como a las empresas comerciales y de servicios relacionadas.
Sin embargo, gran parte de las mencionadas expectativas están puestas nuevamente en que crezca el volumen exportado de soja en estado natural, en vez de dar prioridad al procesamiento de las materias primas agrícolas que producimos en las agroindustrias ya instaladas a la par que se busca la instalación de nuevas fábricas.
Según la Cappro, en lugar de avanzar por este camino de mayor industrialización, los cambios introducidos con la reforma tributaria afectan a la competitividad de la agroindustria y la ponen en una situación de inequidad fiscal al ser la única industria del país que no recibe la devolución del crédito fiscal por las exportaciones de sus productos. La falta de una decisión clara para aprovechar las potencialidades que muestraa la agroindustria para coadyuvar en un proceso de desarrollo sustentable para el Paraguay es lo que viene limitando la posibilidad de aprovechar nuestra propia cosecha. Entre el 2016 y el 2019 solo se ha procesado en industrias locales alrededor del 37% de toda la soja cosechada.
En ese sentido, es necesario que el país pueda consolidar una visión industrial clara y llevarla adelante con políticas públicas que permitan a las fábricas nacionales competir en igualdad de condiciones con las de otros países, que actualmente adquieren nuestros productos primarios para transformarlos, a la par que establecen mecanismos para desincentivar la comercialización de productos con mayor valor agregado, lo que afecta con más fuerza a países como el nuestro, donde el mercado interno es limitado y es imperativo crecer apuntando al exterior, expresa finalmente el informe del gremio agroindustrial.