La molienda acumulada al cierre del tercer trimestre del año continúa en números negativos, tanto en la comparación interanual como con el promedio de los últimos tres años, con 2.794.068 toneladas de oleaginosas procesadas en los primeros 9 meses.
Según el Boletín Informativo Mensual de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO), correspondiente a septiembre, el bajo nivel relativo del procesamiento de soja, grano más importante en cuanto a industrialización, explica las disminuciones mencionadas.
Esta materia prima cerró en septiembre el octavo mes en el año (séptimo consecutivo) con caída en comparación al mismo mes del 2018, lo que marca una tendencia ya difícil de revertir para lo que queda del año.
Otros granos, como el girasol y la canola, muestran una mejoría con relación a años anteriores, pero no en un nivel suficiente para cambiar la tendencia de la molienda total. En total, los granos
diferentes a la soja acumulan un procesamiento de más de 40 mil toneladas al tercer trimestre del año, un crecimiento de más de 11 mil toneladas con relación al mismo periodo del 2018.
UTILIZACION. En los primeros nueve meses del año, el aprovechamiento de la capacidad instalada para procesar oleaginosas en las industrias fue de un 79%, lo que implica un leve incremento (1 punto porcentual) con relación a lo que se registraba al cierre del pasado mes de agosto; aunque se mantiene la caída de 5 puntos porcentuales con relación al mismo periodo del 2018 que se daba también el mes pasado.
Esta variación positiva de mes a mes en la utilización, en un contexto de menor molienda acumulada, se debe a que, al ser cada vez más largo el plazo analizado, el impacto de los meses de baja industrialización como el de enero se va atenuando.
MENOS DIVISAS. La disminución de la cosecha y los menores precios internacionales llevaron a que, tanto el complejo soja como las exportaciones en general, cierren el tercer trimestre del año con su menor valor acumulado para este periodo desde el año 2012.
Los US$ 2.274,58 millones generados por la exportación de soja y sus productos industrializados representan el 38% de todas las exportaciones registradas, porcentaje que también se ubica entre los más bajos de los últimos años.
Considerando también que se registran menores volúmenes de procesamiento, la tendencia de caída en los ingresos de divisas se refuerza, ya que aumenta la preponderancia de la exportación de productos sin agregar valor, desaprovechando la posibilidad de conseguir mejores valores de venta.
CAÍDA DE EXPORTACIONES. El tercer trimestre del año cierra con 6,85 millones de toneladas de granos, aceite, harina y cascarilla de soja exportados en total. Este valor representa una
disminución de 13% en comparación a lo que se alcanzaba para este periodo el año anterior, unos 2 puntos porcentuales por encima de la variación que se registraba el pasado mes de agosto,
además de ser el menor valor registrado para este periodo desde el 2012.
Si se separa la situación por segmentos, la exportación de granos en estado natural muestra una reducción del 15% en comparación al tercer trimestre del 2018; mientras que la exportación de los
productos industrializados que se encuentra en el 13%.
Esta menor dinámica afecta a toda la cadena de valor, ya que los bienes y servicios cuya demanda están asociadas también ven reducida su posibilidad de crecimiento en un año complicado como el actual.
A esta problemática se suma en esta época del año el factor estacional, que afecta principalmente a los servicios logísticos, ya que ya no queda demasiada carga para movilizar en esta época del año
debido a la preponderancia de la exportación en estado natural frente a la industria, sector que sí tiene una demanda constante a lo largo de todo el año.